La era de Guillermo II

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Guillermo II, paseo del Rin, Königswinter

En la era de Guillermo II, el Imperio Alemán llega a ser una potencia mundial. En el Siebengebirge, los conservadores luchan contra las carreras.

Alemania, alrededor de 1900. Para mucha gente la vida era buena, y se refiere a esta época también como «Belle Epoque».

Era la época de la pintura impresionista y expresionista, en la arquitectura del historicismo y, alejándose de los viejos estilos, del arte modernista, en francés «art nouveau». En la «Belle Epoque» la gente disfrutaban de la vida – al menos aquellos que se lo podían permitir.

Ferrocarriles e industrialización

En nuestra región, la gente podían disfrutar de los fines de semana y días festivos en el Siebengebirge. Había un montón de restaurantes y trenes de cremallera para llegar de manera cómoda a las montañas Drachenfels y Petersberg. Las grandes líneas de ferrocarriles pasaban por el centro de Königswinter, pero no era posible llegar a las aldeas en las montañas por medio de transporte público. Esto resultó insuficiente porque mucha gente tenían que trasladarse a su trabajo en las fábricas recién construidas o en las canteras en las montañas. Además, había que transportar las piedras extraídas en las canteras hacia las fábricas en el valle.

Por esta razón una pequeña línea de ferrocarril, la Heisterbacher Talbahn (HTB), se construyó. Desde 1891 hasta 1926 hacía su recorrido entre Niederdollendorf, en el valle, a través de Oberdollendorf, pasando por la abadía de Heisterbach hasta la aldea de Grengelsbitze (cerca de Thomasberg). Durante la semana se encargaba del tráfico de mercaderías y del transporte de los trabajadores, y durante los fines de semana del traslado de los excursionistas. El cierre de las canteras del Petersberg en 1908 también causó el fin del transporte de mercadería de la HTB. Unos años más tarde, autobuses y tranvías más confortables aparecieron, y entonces en 1926 se suspendió el tráfico pasajero también.

Iniciativas para proteger el Siebengebirge

En el siglo XIX y principios del XX, cuando se construían más y más carreteras y ferrocarriles, se necesitaba basalto. Así que se abrieron grandes canteras en las montañas de Weilberg, Petersberg y Ölberg. El frente del Rin en el cercano pueblo de Oberkassel fue pronto devastado.

Finalmente los daños causados al Petersberg alarmaron a mucha gente. Entonces dos sociedades se formaron para proteger el Siebengebirge, que poco después se unieron en uno solo, el VVS.

Entonces hubo un conflicto de intereses: la protección de la naturaleza contra los intereses de los propietarios de las canteras, pero también contra los de los obreros. Y no olvidemos aquellos también afectados, como la línea de ferrocarril HTB que sobre todo trabajaba en el transporte de mercaderías para las canteras. Finalmente el turismo había llegado a ser importante. Mucha gente habían descubierto el Siebengebirge para sus excursiones y gastaban bastante dinero en los hoteles, restaurantes, etc. Después de largas discusiones, compras de terrenos y procesos la última cantera del Petersberg se cerró en 1908. No obstante, la explotación en otras montañas continuó hasta en 1922 cuando la región entera del Siebengebirge fue declarada parque natural.

Guillermo II

El último emperador alemán es una figura muy controvertida. Aún hoy recordamos sus discursos y acciones insensatos y de mal gusto, que crearon la fea imagen del emperador alemán agresivo. Pero por dentro sufría de inestabilidad emocional y depresiones. Su nacimiento fue una experiencia traumática para la madre y el hijo, y su brazo izquierdo quedó dañado, lo que era una catástrofe personal para el príncipe heredero y su madre. En los años siguientes tuvo que someterse a todo tipo de tratamientos médicos que a menudo parecían torturas. A lo largo de su vida como emperador, Guillermo ocultaba su brazo, pero le atormentaba y culpaba a su madre. A su vez, ella solo raras veces tenía una buena palabra en cuanto a él. Guillermo adoraba su a abuelo alemán Guillermo I y amaba con todo cariño a su abuela británica, la reina Victoria.

Al comienzo de su reinado, Guillermo quería ser un buen emperador para todos sus súbditos, también y sobre todo para los pobres. Cuando los mineros del carbón en Silesia se declararon en huelga, recibió a una delegación en lugar de enviar tropas para sofocar la huelga, como Bismarck había sugerido. Cuando Bismarck propuso una nueva ley anti socialista aún más rígida, Guillermo lo rechazó.

A pesar de sus servicios rendidos, el tiempo de Bismarck había pasado. El joven emperador no quería permanecer en la sombra del viejo canciller demasiado poderoso. Bismarck, por su parte, que había sido el segundo al más poderoso, si no el hombre más poderoso del imperio durante casi treinta años, se sentía degradado y no tenía intención de ceder el poder a Guillermo. Finalmente, en marzo de 1890, Bismarck tuvo que dimitir. A partir de entonces, Guillermo se convirtió en un emperador que no toleraba a un canciller fuerte a su lado.

El estado industrializado moderno

El Imperio había progresado mucho en el campo de la economía y de la industria. Así Guillermo II se sentía como representante de una nueva generación, un gobernante moderno y progresista, que gozaba de vivir en una época de enormes progresos técnicos, en puertas de un nuevo siglo en que las cosas irían saliendo adelante – «tiempos gloriosos» (en alemán: «herrliche Zeiten»), como él solía decir. A su vez, muchas personas consideraban a Guillermo como monarca perfecto.

Alemania Guillermina era un estado industrializado moderno, un «lugar de alta tecnología», como diríamos hoy, y una de las principales potencias económicas del mundo. No solo la industria del hierro y del carbón en el Área del Ruhr, en el Sarre y en Alta Silesia, sino también las industrias relevantes para el futuro – química, farmacéutica, ingeniería eléctrica y óptica – contribuían al progreso dinámico. En Berlín y otras grandes ciudades se veían automóviles, tranvías y luz eléctrica. Durante el siglo XIX la población creció rápidamente. El ingreso nacional casi se duplicó desde 1896 hasta 1912, y ya que los salarios y los precios se mantenían estables, todas las partes de la población beneficiaban. Finalmente, el número de emigrantes disminuyó.

Un tiempo muy innovador

También en el campo del arte, la era Guillermina era un tiempo muy innovador: impresionistas y expresionistas como por ejemplo el grupo «El Jinete Azul» (en alemán: der Blaue Reiter) con August Macke y Franz Marc, la pintora Käthe Kollwitz, y escritores como por ejemplo Theodor Fontane, Gerhard Hauptmann y Heinrich Mann. Guillermo II rechazó vehemente estas artes modernas, tanto la pintura impresionista y expresionista que la literatura contemporánea.

Si el Emperador jamás vio un cuadro de August Macke (1887-1914)? Macke vivía durante mucho tiempo en Colonia y Bonn, su casa en Bonn, August-Macke-Haus en la calle Bornheimer Straße hoy es un museo y abierto a visitantes. August Macke y su amigo Franz Marc (1880-1916) pertenecían al grupo de artistas internacionales «Blauer Reiter», que tenían algunas importantes exposiciones en los años antes de la guerra. En agosto de 1914, Macke y Marc se fueron como voluntarios a la frente – y no volvieron. Macke falleció en septiembre de 1914 en Champagne, Marc durante la batalla de Verdun, en marzo de 1916.

El estado autoritario conservador

A pesar de los grandes progresos, el Imperio era un estado autoritario hasta reaccionario. Guillermo se creía emperador por la gracia de Dios. A su lado, los militares jugaban el papel principal, y también para una carrera civil era muy recomendable haber servido en el ejército. Guillermo siempre llevaba uniforme. El parlamento, el Reichstag, obtuve un nuevo edificio pomposo, pero tenía poco prestigio. La oposición más peligrosa provino del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), que fue legalizado de nuevo en 1890. Magnates de industria como Krupp ofrecían programas de bienestar social y buenos cuidados a sus empleados para que no se unían a las los socialistas y de sindicatos. Sin embargo, el SPD gano cada vez votos en las elecciones generales hasta que en 1912 fue la facción más fuerte en el Reichstag.

Un «lugar bajo el sol»

Guillermo II, nieto de la reina Victoria de Inglaterra por su madre y de Guillermo I de Alemania por su padre, quería ser emperador de una potencia mundial. Así se comportó así, contando con la fuerza de Alemania en el campo militar y económico. Alemania obtuvo nuevas colonias, su «lugar bajo el sol» como se solía decir en aquel entonces, y Guillermo hizo construir una flota que pudiera rivalizar con la de Inglaterra. A pesar de la tensa situación política en el mundo, proclamó las exigencias de Alemania en voz alta y con ruido de sables. En 1907 dos frentes armados hasta el máximo se enfrentaban: Gran Bretaña, Francia y Rusia por un lado y Alemania, Austria-Hungría.

La Primera Guerra Mundial

El asesinato del heredero de Austria-Hungría el 28 de junio de 1914 en Sarajevo (Bosnia) por un nacionalista Serbio hizo estallar la Primera Guerra Mundial, la más terrible guerra que Europa había visto hasta entonces. Fue devastadora y costó millones de vidas, rabiando por cuatro años hasta que el armisticio fue firmado.

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